INVIERNO, HELADAS, NIEBLAS Y AVES




El 27 de diciembre amaneció con amplias nieblas en las zonas más bajas, donde estas no reinaban caía una buena helada gracias a los -3 y -4ºC. En el Pontón había pocas aves ya que estamos en plena temporada de caza y no es raro que alguna escopeta se acerque por aquí para ver si puede cobrar algún ánade azulón por lo que las aves estaban muy recelosas ante mi presencia.

Apenas pude contar 2 ánade azulón (Anas platyrhynchos), 3 avefrías (Vanellus vanellus), 1 agachadiza común (Gallinago gallinago), 4 andarríos grande (Tringa ochropus), 5 zampullín común (Tachybaptus ruficollis) y 3 gallinetas (Gallinula chloropus).


Reyezuelo listado  (Regulus ignicapilla) 


Como la niebla subía decidí ganar altura huyendo hacía la sierra de Utiel donde reinaba el sol. En la ermita del Remedio pude observar las habituales especies forestales sedentarias acompañadas de algunos invernantes. De entre las primeras pude fotografiar a los inquietos reyezuelos listados (Regulus ignicapilla) pero también había mirlo común (Turdus merula), un raro zorzal charlo (Turdus viscivorus) por lo amplio del moteado de su vientre y por una mancha blanca en las escapulares y por un tono tirando a gris de su manto, carbonero garrapinos (Periparus ater), colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros), petirrojo (Erithacus rubecula). 


Zorzal charlo (Turdus viscivorus)  algo "raruno"



De las aves invernantes vi Jilguero Lúgano (Carduelis spinus) y un acentor común (Prunella modularis). Esta es una pequeña y discreta ave amante de las espesuras y que no gusta de mostrase a nuestros ojos. El estatus en nuestra comarca es dudoso porque aunque cría en zonas cercanas las escasas citas que tenemos se concentran entre mediados de octubre y mediados de marzo por lo que es un invernante escaso que siempre hemos encontrado en la cercanía de barrancos y ramblas húmedas. Otro invernante habitual en esta zona era el picogordo (Coccothraustes coccothraustes) del que solo pude observar un ejemplar.

Acentor común (Prunella modularis)




Solo tuve que desplazarme unos pocos kilómetros hasta la cumbre del Negrete para encontrar al otro acentor, el acentor alpino (Prunella collaris) mucho menos tímido que su primo prefiere las alturas, los caminos y linderos donde pasa los inviernos regularmente aunque en muy bajo número. Entre las antenas del Negrete se soleaban dos ejemplares, acompañados de 4 avión roquero (Ptyonoprogne rupestris) y un cernícalo vulgar (Falco tinnunculus).


Acentor alpino (Prunella collaris)




De regreso en la pista del Negrete encontré una fila de orugas de procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa), guiadas en fila india por una hembra buscaban un lugar enterrarse el suelo donde pasarán a la fase de pupa o crisálida y evitaran la crudeza del invierno. En verano eclosionarán en forma de sobrias mariposas que con un corto periodo de vida les bastará para reproducirse y poner los huevos que darán paso a otra generación de orugas.


Procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa), nido, procesión y detalle de las orugas.




Texto y fotos de Rafa Muñoz 27 de diciembre de 2015. 


Acentor alpino (Prunella collaris)



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