AVES SEDENTARIAS E INVERNANTES EN REQUENA.

Requena, 8 de febrero de 2014.

 Restos de las antiguas dehesas comarcales, en La Portera.


Día lluvioso y con fuertes vientos de poniente pero había quedado con Antonio Moya de Radio Requena para grabar una entrevista para su programa matinal, después de la agradable charla sobre pájaros, nuestros ecosistemas y la problemática de conservación en la comarca he aprovechado las últimas luces para ver las aves que se refugiaban en la balsa del Pontón.

Triguero (Miliaria calandra).


50  ánade real o azulón (Anas platyrhynchos), 1 cormorán (Phalacrocorax carbo), 5 machos de porrón europeo (Aythya ferina), una pareja de ánade friso (Anas strepera), 7 focha (Fulica atra), 3 gallinetas (Gallinula chloropus), 15 zampullín chico  (Tachybaptus ruficollis) y 3 avefría (Vanellus vanellus) se escondían del fuerte viento en la orilla más resguardada. Ha llegado una moto de motocross, a toda velocidad ha recorrido toda la verja exterior de la balsa con un tremendo ruido, ha espantado a todos los patos cuando ya era casi de noche. Con ese frío y fuerte viento han tenido que dar una pequeña vuelta y volver a posarse. El cormorán ya no ha vuelto habrá tenido que buscar refugio con la noche cerrada. Ese tipo de actitudes son las que perjudican a las aves, ¡señor motorista piense un poco! tiene mil pistas como estas para correr y allí no perjudicará aves protegidas en un día de perros.

De estas anátidas el azulón, la focha, la gallineta y el zampullín son especies sedentarias, podemos encontrarlas todo el año y se reproduce nen la comarca. El porrón, el friso son aves en paso migratorio, solo estarán unos días. Las avefrías son invernantes, todos los inviernos una pocas se quedan aquí, dentro de poco volverán al norte de Europa a reproducirse. 


 Totovía (Lullula arborea)




Requena, 9 de febrero de 2014.

 Campos de cereal en La Portera, Requena.


A pesar de las previsiones de más lluvia y similares vientos la mañana ha amanecido con algún rayo de sol entre nubes plomizas y solo con una ligera brisa. En estas condiciones las aves quieren olvidar el invierno y sueñan con una primavera donde copular y sacar adelante sus polladas.


Cogujada común (Galerida cristata)

En los campos próximos a La Portera he podido observar como los trigueros (Miliaria calandra) empezaban a exhibir sus cantos desde lo alto de los arbustos. En los campos de cereal donde empiezan a asomar las cebadas se alimentaba un grupo de totovía (Lullula arborea) cerca de dos parejas de cogujada común (Galerida cristata). Estas aves poco llamativas recorren incansables los campos comiendo todo insecto que se les cruce por delante. Las cogujadas cuando se acercaba mucho algún macho vecino les saltaban encima para alejarlo de su compañera, la pareja es algo serio e intransferible para estos sobrios capuchinos. No muy lejos graznaba una corneja negra (Corvus corone) para mantener contacto con su familia, hasta que no empiecen a incubar tendrán cerca a sus hijos del año pasado y en grupo recorrerán estas antiguas dehesas.


 Cogujada común (Galerida cristata)


Otras especies sedentarias, que viven todo el año aquí, como las anteriores han sido un bando de 50 jilguero (Carduelis carduelis), acompañados de 20 pardillos (Carduelis cannabina) que se alimentaban en un barbecho lleno de cardos. Dos arrendajo (Garrulus glandarius) y dos zorzales charlo (Turdus viscivorus) se han levantado a mi paso de unas viñas para buscar refugio en el pinar. Más de 50 estornino negro (Sturnus unicolor) rebuscaban en un emparrado algún reseco grano de uva olvidado por la cosechadora.


Corneja negra (Corvus corone) 


Un cernícalo vulgar (Falco tinnunculus) oteaba alguna presa posado en lo alto de una torre de alta tensión. Más humildes un macho de tarabilla común (Saxicola torquatus) y uno de colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros) elegían como posadero los mástiles de un vallado cinegético que en este caso está para proteger la viñas de los ciervos (Cervus elaphus). Estas últimas avecillas aunque también se reproducen aquí y por tanto son sedentarias, ahora en invierno se les unen congéneres europeos y son más abundantes que en verano.

Totovía (Lullula arborea)

Después tras un breve recorrido dirección Requena, por el Collado Calera, he llegado a unas laderas boscosas y umbrosas. Por una senda he hecho un recorrido circular. Más que ver he oído a nuestras aves residentes de zonas boscosas, un grupo de mito (Aegithalos caudatus) acompañados de carbonero garrapinos (Parus ater). Unos metros más una curruca rabilarga (Sylvia undata) se escondió dentro de una coscoja.

 Cogujada común (Galerida cristata)


Llegué al objetivo del recorrido, una antigua cantera y cuando me acercaba le levanto una escasa joya cada día más escasa, una pareja de paloma zurita (Columba oenas). De otros habitantes de esta cuevas solo encontré plumas de búho real (Bubo bubo) y como sorpresa final  pude ver la huellas, huras y cagarruteros de una familia de tejones (Meles meles), ellos dentro de sus huras en estas canteras esperan el anochecer para iniciar sus correrías en busca de cualquier cosa comestible.


 Pluma de búho real (Bubo bubo).



Para finalizar la jornada terminé en El Pontón, a las anátidas de ayer añadir (Tringa ochropus) un limícola que no se reproduce aquí aunque casi todo el año podemos verlo patrullando las orillas de la balsa junto a una especie residente, lavandera blanca (Motacilla alba) y otra especie similar pero invernante el bisbita ribereño alpino (Anthus spinoletta).

Tejones (Meles meles).

Texto y fotos: Rafa Muñoz 2014.

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